El sabor de la pasión
La Maracuyá o fruto de la pasión, también es conocida como granadilla, pasionaria o parchita. Es una planta trepadora cuyo fruto ha conquistado los paladares durante generaciones. Curiosamente, el nombre de “pasionaria” se debe a los sacerdotes jesuitas.
El nombre pasionaria procede del latín ‘passio’, pasión y ‘floris’, flor. Así bautizaron los sacerdotes jesuitas españoles a la maracuyá debido a la similitud entre los componentes de la flor y los elementos de la Pasión de Cristo: la corona floral representa la corona de espinas, el pistilo la cruz, los estigmas los 3 clavos, los estambres las 5 heridas del cuerpo, los pétalos a los apóstoles, y las brácteas a la Santísima Trinidad, o los tres clavos con los que fue clavado en la cruz.
El fruto es de color verde y de unos seis centímetros se va poniendo anaranjado a medida que madura. Para consumirlo, se abre la baya y se retira la pulpa, un saco de semillas rojas y gelatinosas.
La maracuyá se puede comer cruda, en ensalada de frutas o gelatinas, pero en su estado natural, se aprovechan al máximo su sabor y la extraordinaria cantidad de vitaminas A y C que posee.
Propiedades saludables
La maracuyá está compuesta de 50 a 60 por ciento de cáscara, de 30 a 40 por ciento de jugo y de 10 a 15 por ciento de semilla. Su composición tiene un elevado porcentaje de agua, casi las tres partes de su peso.
Es rica en ácido ascórbico y carotenos.
También contiene vitaminas y minerales, como la vitamina C, provitamina A y beta caroteno, ambas fundamentales para nuestro organismo.
Estas propiedades ayudan a tener un pelo sano, al cuidado de la piel, la visión y el sistema inmunológico.
Contiene minerales como el potasio, fósforo y magnesio.
Resulta muy interesante para los regímenes dietéticos pues tiene muy bajo aporte calórico.
Brinda un gran aporte de fibras, ideal para las personas con estreñimiento.
Para aprovechar mejor todas sus propiedades se puede comer abierta al medio con la ayuda de una cuchara pequeña, también se pueden retirar las semillas y colocar su pulpa en una batidora, mezclar con otros jugos de fruta, de esta manera aportará un sabor muy refrescante y algo agridulce. Se la utiliza para la elaboración de postres artesanales, helados, cremas, macedonia de frutas tropicales o ensalada de frutas.
Remedio para los nervios
Opción A: infusión calmante
Preparación: dos cucharadas de la planta seca por medio litro de agua.
Beber un par de tazas pequeñas al día.
Opción B: maceración
La cantidad que se desee de la planta seca con la misma cantidad de alcohol durante una semana.
Filtrar y tomar unas 25 gotas al día.
Para el sistema nervioso
Una infusión de maracuyá puede ayudar a calmar algunos dolores como migrañas, también otras complicaciones relacionadas con el sistema nervioso como palpitaciones, arritmias cardíacas, nauseas, tartamudez y enuresis.
Sedante efectivo
Gracias a sus flavonoides calma los nervios y relaja el organismo. Ayuda a contrarrestar el estrés y el insomnio, y es eficaz en tratamientos contra la depresión, la tiroides, el síndrome premenstrual y la menopausia.
Fitoterapia
Las flores contienen flavonoides y alcaloides y se utilizan en fitoterapia para ayudar a conciliar el sueño y para el tratamiento de la ansiedad.
Cuidado con el consumo
No es muy recomendable tomar maracuyá durante el embarazo o la lactancia por la presencia de alcaloides uterotóxicos. Igualmente no debe suministrarse en grandes cantidades a niños menores de tres años.
Fruta guaraní
El nombre de maracuyá proviene del portugués “Maracuja” que significa comida preparada en totuma. En guaraní se llama “mburucuyá” que significa “criadero de moscas” debido a la dulzura del néctar que resulta atractivo para el desove de los insectos.
Componentes del jugo de maracuyá
Por cada 100 mililitros de jugo de la fruta de la pasión, se consume:
Calorías 53,
Proteínas 0,67 gramo
Grasa 0,05 gramo
Carbohidratos 13,72 gramos
Fibra 0,17 gramo
Ceniza 0,49 gramo
Calcio 3,8 miligramos
Fósforo 24,60 miligramos
Hierro 0,36 miligramo
Vitamina A 2410 miligramos
Niacina 2,24 miligramos
Vitamina C (Ácido ascórbico) 20 miligramos
Dos recetas para delirar
Mousse de Maracuyá
Ingredientes:
1 pote de leche condensada.
1 taza de crema.
1/2 taza de jugo de maracuyá concentrado.
Preparación:
Mezclar la leche condensada con el jugo de maracuyá.
Batir la crema a 3/4 punto.
Incorporar un poco de la mezcla a la crema para igualar densidades.
Incorporar el resto de la mezcla a la crema tratando de no revolver mucho para evitar que se corte la crema.
Pasar a un molde grande o a moldes individuales.
Enfriar en heladera por 4 horas.
Postre de maracuyá
Ingredientes:
1/2 taza de jugo de maracuyá.
1 taza de crema de leche.
1 lata leche condensada.
3 claras de huevo.
3 yemas de huevo.
3 cucharadas de azúcar morena.
1 cucharada de ralladura de limón.
1 pizca de sal.
Preparación:
Separar las claras y batirlas a punto de nieve, agregar una pizca de sal para que crezcan más.
Añadir el azúcar.
Mezclar aparte el jugo de maracuyá, la crema de leche, la leche condensada y las yemas.
Verter en un molde y cubrir con las claras y la ralladura del limón espolvoreada.
Llevar a la heladera por ocho horas.
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